EFECTOS DE LA COMUNICACIÓN
LA COMUNICACIÓN Y SUS EFECTOS EN LA SOCIEDAD
michelle de la cruz
Como afecta a la sociedad
La
característica curiosidad del hombre ha propiciado el desarrollo de la
humanidad, principalmente, a nivel tecnológico. Las continuas
transformaciones por las que hemos
pasado han expuesto la necesidad que tiene y siente el ser humano por avanzar
en su aprendizaje y en la ampliación de sus conocimientos.
La
sociedad de hoy se caracteriza por ser heredera de tradiciones,
modificar sus
valores y sistemas económicos, políticos, educativos y de comunicación.
La comunicación a medida que va corriendo el tiempo, va
cobrando mayor relevancia, llegando incluso a determinar a los demás
sistemas.
Los
medios de comunicación tradicionales, lejos de ser abandonados a su suerte, se
han sumado al avance y la revolución, actualizando sus posibilidades y
capacidades de desarrollo. Todo esto genera un aumento en la capacidad de
comunicación del hombre (Martín, Verónica 2003), así como de su universo de
conocimiento, relaciones sociales, profesionales y personales, como en todas
las áreas en las que el hombre necesita intervenir.
El
rápido avance de los sistemas de comunicación y de información, provocan el hombre
se sienta atraído ante ellos, por la forma en que estos se hacen necesarios, creando así un entorno
en el cual hablar de espacio o de tiempo carece de sentido. Nos permiten desarrollar
nuevas formas y soportes para
transmitir, crear ideas y pensamientos orientados, en la mayoría de los casos,
a la entrada en contacto con otros individuos. Igualmente, nos van a permitir
enviar mensajes de forma masiva sin realizar ninguna discriminación entre los
receptores de los mensajes.
En
estos momentos, tanto la información como la comunicación se han convertido en
un bien imprescindible para todos, pues nos van a permitir construir el
conocimiento y desarrollar experiencias de enseñanza-aprendizaje que mejoren
nuestra comprensión del entorno, la ubicación de los sistemas y la concepción
que de ellos hemos creado. Indiscutiblemente la sociedad moderna del siglo XXI, está ligada
a los medios de comunicación.
Hoy en día hay gente que todavía se acuerda de
que en su niñez la televisión no formaba parte necesaria de su vida, sencillamente
porque en su casa no había televisión y estas personas sorprendentemente no recuerdan una infancia
triste y aburrida. No tuvieron la oportunidad
de sentarse frente a la televisión tarde tras tarde, se vieron obligados
a jugar a bote pateado, canicas, muñecas,
a la casita, a la pelota y a otros inventos propios de la época. Y es que los
niños actuales disfrutan mucho más viendo por la televisión como juegan o corren
sus personajes favoritos que realizarlo ellos mismos las actividades o
disfrutando del aire libre. No solo los niños son los que se encuentran en esta
situación si no que también los adultos
se encuentran inmersos ante lo llamativo de la televisión. Pero últimamente se
escuchan voces que a firman que la televisión atraviesa, no de un modo físico,
porque ni la sangre ni las balas atraviesan el televisor y ensucian el cuarto,
pero sí afectan psíquica y moralmente a
quien se expone mucho tiempo delante.
Prueba de ello son las numerosas investigaciones
realizadas en los últimos años que correlacionan, en que en los hogares donde
se abusa de la televisión, se suele respirar un ambiente de violencia, desorden,
egoísmo, insolencia, malos modales, falta de creatividad y de valores que,
lógicamente fomentan la intolerancia, la violencia, el nerviosismo, etc…
La forma en que los medios influyen son dos, positivas
y negativas.
Adentrándonos
en la temática, la forma negativa en la que los medios influyen podría decirse,
es la violencia que estos proyectan, causando graves perjuicios en los espectadores, especialmente en los niños y los
adolescentes que les lleva a la realización de conductas violentas. En cierta
media, los medios son los causantes que los niños y jóvenes aprendan conductas por medio de la
observación de modelos reales como son los programas, caricaturas o películas que
son transmitidas sin ningún control.
Hoy sabemos que la exposición a escenas
violentas no afecta a todos por igual, ni siempre afecta en el mismo sentido y
dirección. Los más afectados son los que carecen de un sentido de deserción
para identificar lo bueno de lo malo.
Y bajo esta perspectiva el número de actos
violentos que se muestran en los programas de televisión son tan numerosos que
perfectamente pueden ir creando un comportamiento agresivo en los receptores,
como la gota que lentamente va golpeando una roca.
Es que solo basta sentarnos frente a la
televisión una tarde para darnos cuenta que para empezar las caricaturas ya no
son como las de antes, tal vez si tengan que evolucionar para que los puedan
ser aceptadas por los niños de este siglo pero creo firmemente que podrían
retomar los valores, la imaginación, el amor al hogar porque hoy en día la
mayoría de ellas habla sobre juegos
rudos, violencia para alcanzar objetivos. En síntesis podemos decir, que la violencia
invade la programación, más todavía cuando los actos violentos aparecen también
de forma embellecida y saneada.
Con estos preocupantes datos, cabe ahora
hacernos la pregunta influye la violencia presentada por los medios de
comunicación en la violencia real mostrada por los niños y adolescentes. Es cierto,
que hay comportamiento que los niños y adolescentes tienden a reproducir
después de haberlos observado en las películas o los programas de televisión,
se nos viene ahora a cabeza el caso de un niño que llevo un arma a la escuela para defenderse
de los niños que lo molestaban, la saco a la hora del receso y disparó afortunadamente el balazo salió
disparado al aire y nadie salió ileso,
este niño se vio influenciado por un programa de televisión que mostro
lo mismo, y que con esto según lo dejarían de molestar.
Y seguramente todos nos acordamos, o concluimos que existen
comportamientos del mundo real que pueden haber encontrado una fuerte
inspiración en los medios de comunicación social, sobre todo en los
audiovisuales y los juegos informáticos.
Pero también por el contrario se han realizado
estudios con adolescentes que podríamos calificar de problemáticos que han
puesto claramente de manifiesto que no han sido grandes telespectadores.
Ambas posiciones pueden llevar su parte de
verdad, y su parte de contradicción. Soy de los que piensan que los efectos de cualquier
medio no son solo en una sola dirección, sino que el resultado que obtengamos
con ellos depende de una serie de variables, que van desde entorno social y
cultural cercano donde se desenvuelve el individuo, su formación, compañeros,
medios culturales con los que interacciona y otros más.
Algunos estudios, han puesto de manifiesto como
no es cuestión sólo de la exposición a un
determinado medio con contenidos violentos, sino
que también influye el tratamiento de los
contenidos y la escenografía que se utiliza, y
en este sentido parece ser que es influyente: el atractivo del agresor, la
naturaleza de la víctima, la justificación de la acción violenta, el que el
agresor sea recompensado por sus actos, la utilización de armas convencionales,
las consecuencias de la violencia desde la perspectiva que aparezca o no las
consecuencias de la violencia.
Los datos que estamos apuntando nos llevan a
destacar que la observación de actos violentos de los medios de comunicación
pueden influir en la creación de actitudes y comportamientos anti sociales en
los observadores. Ahora bien, desde mi punto de vista la cuestión no sólo tenemos que
percibirla desde una posición directa, sino también indirecta, es decir, el
hecho de crear insensibilidad ante los actos violentos, y asumir que ellos son
actos usuales en nuestra sociedad. Cuántas veces hemos observado en programas
de televisión, situaciones violentas y las personas alejándose y no socorriendo
a las víctimas, vivimos en un mundo de indiferencia en muchos casos.
En cuestión de señalar, que en la influencia de
los medios de comunicación interviene también la maduración del receptor, la
influencia es mucho mayor en los niños y adolescentes que en los adultos, lo cual
es lógico también suponer por la formación de la personalidad Si en su momento
hemos apuntado que las influencias son múltiples, no sería correcto movernos ahora
en una posición contraria. Aunque también en este caso podemos correr el riesgo
de no saber hacia donde tenemos que dirigir nuestro esfuerzo: si a medidas
sociales, si a medidas educativas, si a medidas dirigidas hacia las
instituciones educativas. En cuanto a las medidas sociales, y en este caso las
medidas son simples ya que las cadenas de televisión deben de adquirir una
serie de compromisos internos para regular la emisión.
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