MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN EN EL CONSUMISMO
Medios masivos de comunicación en el consumismo
michelle de la cruz
Los
grandes avances de los medios masivos de comunicación, han marcado los
hábitos de consumo en nuestra sociedad. Uno que ejerce mayor influencia
en la actualidad es la televisión, debido a que puede cambiar la forma
de actuar o pensar de las personas y de esta manera, crear una realidad diferente a través de programas o de la publicidad.
Otro medio
que ha tomando mucha fuerza en estos últimos años, es el internet. Hoy
en día diferentes grupos sociales lo utilizan de la manera más normal,
desde los más jóvenes, hasta los adultos, en algunos casos, adultos
mayores, y la mayoría de ellos viven el impacto de la publicidad por la
gran cantidad de horas que pasan navegando en la red.
Es un hecho,
la publicidad forma parte de nuestra vida por mucho que queramos
eludirla. En cada esquina encontramos anuncios publicitarios que nos
incitan a comprar a través de imágenes y slogans atractivos;
desde niños nos bombardean con anuncios exhibidos en camisetas,
bolígrafos, etc., y si no somos lo suficientemente cautos, acabamos
cayendo en la trampa de comprar más allá de lo que necesitamos. Si no
somos consumidores responsables y con sentido común corremos el riesgo
de agotar los recursos naturales. Vale la pena pararse a pensar en ello,
¿no lo crees?
La
televisión es un medio adecuado para el adiestramiento en el consumismo:
primero se crea un deseo o necesidad, para posteriormente consumirlo.
Pero, ¿qué busca en realidad la publicidad? La razón más importante, es
vender lo que se anuncia, y más profundamente, busca adiestrar las
actitudes hedonistas que garantizan la supervivencia del consumo. En
definitiva, la publicidad buscar el hacer creer al individuo que es
diferente a los demás, pese a ser igual que los demás.
Existen dos factores que propician la victoria de la publicidad:
- El afán de abundancia del hombre a través del cual consigue la felicidad.
- Frecuentemente, trata de imitar la abundancia ajena, y por ello, es habitual ver personajes famosos en los anuncios.
Los famosos como ícono publicitario.
Para
la publicidad, el mundo entero no es más que un mercado, y las
personas, unidades de audiencia y de consumo. Las personas dejan de ser
personas: “Si bien los hombres y mujeres nacen iguales ante la ley, no nacen iguales ante el mercado“.
La publicidad está pensada para que se desvíen, diariamente, las
frustraciones hacia lo que se promete ser una fuente de felicidad.
Ya
no se sabe quién depende de quién: si la televisión de la publicidad o
la publicidad de la televisión, y es que la televisión se nutre de los
ingresos de la publicidad, pero también la publicidad sobrevive gracias a
los medios.
Existen diferentes tipos de publicidad:
- LA CONTRAPUBLICIDAD: consiste en que una marca afirma que sus productos son mejores que los de otra marca. Emplear esta publicidad es una forma de atacar a la empresa líder, cosa que se consigue tras una gran investigación. En España se han dado dos casos de contrapublicidad, las dos realizadas por la marca murciana “Don Simón“, primero contra “The Radical Fruit Company“, y después contra la multinacional “Danone“.
- PUBLICIDAD SUBLIMINAL: consistía en infiltrar una imagen de un producto entre los fotogramas que componían un anuncio, programa, concurso o película de cine. Ese fotograma infiltrado pasaba tan rápido que no era posible percatarse de su existencia, pero al momento de comprar, se elegía esa marca. Sin embargo este tipo de propaganda está prohibida en algunos países, ya que se produce sin que el espectador se entere y no le da la oportunidad de elegir entre verlo o no.
- PUBLICIDAD ENGAÑOSA: La publicidad puede ser engañosa por acción, cuando induce a pensar que un producto o servicio tiene propiedades que realmente no tiene; o por omisión, cuando silencia los datos fundamentales de los bienes, actividades o servicios induciendo a error a los destinatarios.
Sin embargo,
en la sociedad hay distintos rubros que luchan para no ser presas de la
publicidad. Un ejemplo de esto, son los artistas que incursionaron
dentro del Arte Popular o Pop Art desde el siglo XX.
Estos artistas amplían su público por medio del arte, expresándose de
manera cotidiana con el espectador para que reflexione sobre los efectos
sociales y culturales de la publicidad; muestran la facilidad que
brindan los medios de comunicación de reproducir masivamente una imagen,
como es el caso del cuadro de Da Vinci, La Gioconda, aquella
reproducción que todo el mundo sabe de memoria dado que su imagen se nos
aparece en innumerables momentos, ya sea en textos, en avisos
publicitarios y hasta en latas de dulce.
Andy Warhol,
artista estadounidense creador del Pop Art, utilizó imágenes y técnicas
de reproducción propias de la industria cultural, y llevó adelante este
concepto de reproducción masiva.
Entres otros
aspectos, el Pop art se caracteriza por la apropiación de las técnicas
expresivas orientadas a la divulgación y el consumo ya validadas por los
mass media y otros vehículos de comunicación de masas. Utiliza
colores planos e intensos, que contribuyen a la simplificación y fácil
identificación del objeto propio de la comunicación visual de la
publicidad. Se nutre también, de imágenes de revistas, periódicos, del
cine y de la televisión, de anuncios fluorescentes de grandes comercios y
de tipografías chillonas. Los artistas pop pintan en
un lenguaje figurativo temas de la sociedad de consumo, como botellas de
refrescos, paquetes de cigarros o envolturas de chicles. Su temática
directa y clara lo convierte en un arte accesible al público en general.
Las obras de Warhol, específicamente,
nos dejan apreciar nuestra sociedad que se acabará consolidando como la
sociedad de consumo; una sociedad en la que estamos aburridos,
bombardeados, saturados de medios de comunicación que no hacen más que
repetirnos hasta la saciedad eslóganes, muletillas, cancioncitas o
imágenes insignificantes que acaban por constituir nuestra realidad.
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